Lo vi de cerca, en serio, pero yo iba rodeado de amigos. Así que no me dio miedo.
Estábamos por Extremadura, él debe seguir por allí esperando carroña.
Le dije con sinceridad que por Aragón también teníamos mucha, pero no me hizo ni puto caso.
Estaba lleno de tanto comer.
—En los últimos años sobra carroña por toda España— me dijo.