19 octubre 2013

No es una sonrisa sino un guiño al instante

No era una sonrisa sino un guiño. 

La vi en un instante de éxtasis descansado y me levanté del trono a buscar la cámara. 

A nadie lo podría explicar qué vi ni qué me motivó a levantarme. 

A veces las locuras son instantáneas, no se mantienen mucho y hay que aprovecharlas. 

O hay que pedir perdón. 

Depende.

En el nombre de la imagen está el lugar.