Flor solitaria y casi a ras de suelo que juega con los frutos que van cayendo maduros desde los arbustos más duros.
Solo quedan las hojas más gruesas, las recias y fuertes.
Las débiles ya se están secando.
Cuando los fríos envuelven las tardes, en los bosques se empieza a hablar de desnudez, de vacío, de silencio.
Pero todavía hay algunas flores que nos hacen creer que no todo será un vacío apagado.