Nunca la pared que se caía fue tan bella. Quedó el arte Brut
Basura contra la pared, envoltorio del cadáver, sábanas rotas, sensación de abandono. Una fachada se moría y alguien decidió envolverla en una gran túnica blanca, una mortaja trampantojo que enseguida se volvió contra los vecinos. Quedó la belleza. Nunca la pared que se caía fue tan bella.