05 agosto 2011

Ojos de ladrillo, que entornados, seducen


La arquitectura a veces te guiña el ojo y te seduce mirándote a la cara. 

Una ventana puede ser un ojo que observa; y un edificio el sueño de un arquitecto. 

Hay que mirar para seducir al interior y para dejarte conquistar con las ideas ajenas de los que han querido contarnos historias escondidas.