Hay Tronos Reales, grandes tronos históricos y recreados en cientos de lugares como símbolos del Poder. Pero a su vez hay Tronos sencillos, que también representan el Poder pero de forma casi efímera, suave, sin alharacas ni exageraciones.
Estos tronos sencillos estaban en el Sur de Francia. Un ejemplo de que la representatividad no siempre tiene las fronteras que nos imaginamos, que el Poder representativo puede estar fuera de los compartimentos estancos que nos creemos, que nos creamos.