Es un objeto incapaz de seguir con vida propia. Una ventana adosada todavía a una pared moribunda. Una sensación.
¿Todavía vive alguien de los que se asomaban para ver la calle?
¿Todavía vive alguien de los que se asomaban para ver la calle?
Hoy ya nadie se asoma a ella, pero en otros tiempos la utilizaron para mirar y dejarse ver. Hoy está en espera de ser enterrada, enronada más bien.
Son cosas de la propia existencia fugaz. Quedan los huesos de la vida que tuvo.
Son cosas de la propia existencia fugaz. Quedan los huesos de la vida que tuvo.