13 marzo 2013

Histórico callejón lleno de vida muerta

Creo que es una de las dos únicas calle cubiertas de mi ciudad, Zaragoza. Es corta, un callejón más bien, pero con mucha historia de guerras contra los franceses, defensas de un territorio que se sentía avasallado, de un barrio con pocas casas que supo plantar cara a los invasores.

Se mantiene abierto, se puede pasear y entrar por la calle en busca de su final, que lo tiene. Es adentrarse a un lugar en donde sabes que hace 200 años se sufrió muerte y dolor. Impresiona mirar sus paredes retocadas y adivinar que allí hubo personas vivas y muertas que sufrieron por Zaragoza y su libertad, hace tanto tiempo.