Tarde en Barcelona. El puerto de la Ciudad Condal visto desde el oeste.
La noche caía sobre toda la ciudad pero las siluetas se negaban a escaparse, a esconderse.
No hacía fresco aunque fuera enero. Apetecía seguir paseando.
23 enero 2014
04 enero 2014
No sabríamos vivir sin la noche y sus cambios
Con la noche los búhos cambian de color las calles; las amarillean o las cobrizan, las enfrían o las hacen desaparecer a los ojos de los novatos. Pero todo sigue igual, están allí, se saben sujetar hasta que a la mañana siguiente vuelven a aparecer con todos sus brillos. No sabríamos vivir sin la noche y sus cambios.
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