Nada como mirar a los cielos cuando hay dudas. Ayer tarde, por el cielo gris de la tormenta en preparación, mis pájaros volaban altos y desordenados moviéndose de este a oeste.
Los pájaros no tienen dueños, son libres, por eso también son míos y tuyos, dentro de la relatividad de la posesión.
Pero no de todos pues muchos los obvian y ni saben que vuelan.
Minutos antes de comenzar la lluvia con rayos y truenos, aquellas decenas de pájaros habían desaparecido, anunciando a todos que algo diferente iba a suceder.
No sé donde se metieron, pero nos adelantaron por unos minutos que era ocasión de buscar un refugio como ellos.
Minutos antes de comenzar la lluvia con rayos y truenos, aquellas decenas de pájaros habían desaparecido, anunciando a todos que algo diferente iba a suceder.
No sé donde se metieron, pero nos adelantaron por unos minutos que era ocasión de buscar un refugio como ellos.