22 julio 2013

Ante las tormentas, los pájaros huyen a su escondite


Nada como mirar a los cielos cuando hay dudas. Ayer tarde, por el cielo gris de la tormenta en preparación, mis pájaros volaban altos y desordenados moviéndose de este a oeste.

Los pájaros no tienen dueños, son libres, por eso también son míos y tuyos, dentro de la relatividad de la posesión. 

Pero no de todos pues muchos los obvian y ni saben que vuelan.

Minutos antes de comenzar la lluvia con rayos y truenos, aquellas decenas de pájaros habían desaparecido, anunciando a todos que algo diferente iba a suceder.

No sé donde se metieron, pero nos adelantaron por unos minutos que era ocasión de buscar un refugio como ellos.